Nació en un ambiente musical. Fue su padre, el reconocido pianista, compositor y profesor del Conservatorio de París, Louis Adam (1758-1848), quien le introdujo en el mundo de la música y la composición. Adam fue amigo de Héctor Berlioz, quien lo apodaba “le faiseur de contredanses”. Fue alumno de François-Adrien Boïeldieu sin destacarse lo suficiente.
A los 20 años, componía canciones para vaudeville parisinos, y desplegó la misma estrategia que en el Gymnase: para hacerse conocer, componía gratuitamente para los autores de vaudevilles parisinos.
Adam está enterrado en el cementerio de Montmartre, en París.
A los 20 años, componía canciones para vaudeville parisinos, y desplegó la misma estrategia que en el Gymnase: para hacerse conocer, componía gratuitamente para los autores de vaudevilles parisinos.
Adam está enterrado en el cementerio de Montmartre, en París.